Madrid, España.- Leonel Fernández lo tiene claro: no está dispuesto a garatear con nadie para volver al poder. Preferiría dar un paso al costado para que Danilo Medina pase a un segundo mandato, fiel a su convicción de que un Presidente debe agotar dos períodos para que pueda completar su obra, y que la antorcha “no se arrebata” porque puede causar “serias quemaduras”.Si Danilo aspirara a seguir en el poder más allá del dieciséis, Leonel no haría absolutamente nada para impedírselo ni le negaría ese derecho, y mucho menos se expondría “a que el Estado” lo derrote en una confrontación interna insana y sin sentido...
Eso fue, a su juicio, lo que debió haber hecho Danilo en 2008 cuando él, Leonel, se propuso seguir en el poder por otro período atendiendo sus altos niveles de popularidad de entonces, similares a los que tiene hoy el actual Presidente de la República.
“Lo creí aquella vez, y lo sigo creyendo ahora...”, comentó Leonel a La Tecla en reciente visita a Madrid: “Nada ha cambiado en mi forma de ver las cosas; no hay razón alguna para dejar de creer lo que siempre he creído, que lo ideal para un buen gobierno son dos períodos seguidos”.
-¡O sea, que usted no se opondría a una eventual reelección de Danilo, PresidenteÖ!, le dije a tono de pregunta a Leonel dejándome llevar por la intuición y el sentido común, y el Presidente Fernández me respondió:
“No, no me opondría, si eso es lo que determina la mayoría... lo que decide el partido y lo que quiere la gente... Eso es lo que yo siempre he creído: que un Presidente con altos niveles de aceptación debe agotar dos períodos en el poder”.
-¿Entonces usted estaría dispuesto a propiciar una reforma constitucional para hacer eso posible?
Silencio... un largo silencio, uno de esos espacios donde los segundos parecen horas. Y a continuación Leonel viró inteligentemente la tortilla y modificó la pregunta con su respuesta:
“Jamás nos opondríamos a la decisión del partidoÖ Si eso es lo que quiere la mayoría, eso también es lo que queremos nosotros”.
Proyectando el 2024
Leonel Fernández preferiría que una eventual modificación constitucional para permitir una reelección continuada en el poder entre en vigor a partir del 2024, cuando no afecte ni el actual período ni el subsiguiente, que inicia en el dieciséis.
Así actuó cuando estaba en el poder y le propuso al presidente del PRD, Miguel Vargas, que se pusieran de acuerdo para que en la Constitución de 2010 se consignara la reelección por un período con la posibilidad de volver como candidato después de una legislatura intermedia.
Vargas no aceptó esa fórmula, propuso la prohibición de la reelección pura y simple y Fernández no insistió en su punto de vista, aunque en todo momento le hizo saber a su interlocutor que en cualquier escenario la reelección por un período entraría en vigor a partir del 2016. O sea, que no aplicaría en su caso, para el mandato que discurría en ese momento ni para el siguiente...
Leonel cree-- y lo reiteró en la conversación de esta misma semana con La Tecla--, que un Presidente en ejercicio no debe hacer modificar la Constitución para aprovecharse de ella. Por ello, para evitar confusión y malos entendidos, aceptó sin mayor discusión que en aquel momento en que se proponía al país una nueva Carta Magna se consignara la prohibición de la reelección para un segundo período continuado.
En el evento de que esa reforma pueda hacerse ahora para permitir que Danilo se reelija, Leonel no se opondría por cuestión no sólo de principios sino porque acataría cualquier decisión que sobre el particular pueda tomar el Partido de la Liberación Dominicana, del que es presidente.
Pero también porque no tiene resentimientos políticos ni anda desesperado tratando de volver al poder así sea sobre los escombros de la unidad partidaria y del compañerismo que siempre le ha caracterizado...
Leonel recibió con satisfacción los comentarios favorables que hizo recientemente el Presidente Danilo Medina sobre su actitud de apoyo, solidaridad y ánimo de colaboración al gobierno. Y sobre lo que dijo el pasado domingo un escribidor de La Convergencia en el sentido de que “sólo una reelección de Danilo” detiene su retorno al poder, el ex-presidente dijo:
“... Es satisfactorio que alguna gente haya comenzado a ver las cosas de otro modo, lo que demuestra una vez más que todo llega en el momento adecuado y oportuno...”
¿Qué tendría que pasar ?
Aunque Leonel no se opondría a una eventual repostulación de Danilo, el proceso para modificar la Constitución parece distante por difícil... “Pero no imposible estando en el poder”.
Lo primero sería aprobar una ley de convocatoria de la Asamblea Nacional para revisar la Constitución que debe hacer constar en qué consistiría esa modificación y los artículos que se busca cambiar. Como se trataría de una ley orgánica, requeriría su aprobación con dos terceras partes de la matrícula del Congreso, que no de la asistencia. Esa ley puede ser sometida por el Poder Ejecutivo o por un tercio de cualesquiera de las dos cámaras.
Ya convocada la Asamblea Revisora, la modificación constitucional requeriría la aprobación de las dos terceras partes de los asistentes, pero el quórum se establecería a partir de la presencia de dos tercios de la matrícula de ambas cámaras.
Los legisladores son 222-- “trío de patitos en la pizarra”, diría en su magistral narración el As Félix Acosta Núñez--: 190 diputados y 32 senadores.
De Los diputados hay 98 del Partido de la Liberación Dominicana, 78 del Partido Revolucionario Dominicano, ocho del Partido Reformista, y uno por cabeza tienen la Fuerza Nacional Progresista, de Vincho Castillo; el Partido Popular Cristiano, de Peguero Méndez; el BIS, de Peña Guaba; la Alianza por la Democracia, de Max Puig; Moda, avenido al PRD, y ahora hay una “independiente”, Minou Tavárez.
De los 32 senadores, 31 fueron elegidos en la boleta del PLD y mantienen lealtad a ese partido, y sólo uno, Amable Aristy Castro, no es peledeista pero confeso reeleccionista, por lo cual no sería necesario un mayor esfuerzo para que vote por una eventual reforma constitucional.
De los 78 diputados elegidos en la boleta del Partido Revolucionario Dominicano, 48 son seguidores de Miguel Vargas y 30 de Hipólito Mejía. Y precisamente, justo aquí estaría el secreto...
Porque pasar una ley orgánica de convocatoria a la Asamblea Revisora no tendría problema en el Senado, pero sí en la Cámara de Diputados, donde el PLD y sus aliados no llegan a alcanzar las dos terceras partes de la matrícula necesaria.
Para ello, sin embargo, bastaría el mismo ejercicio de prestidigitación que hizo Hipólito Mejía en 2003 cuando inclinó el voto de diez legisladores del PLD a favor de la reforma constitucional que hizo posible su fallido intento reeleccionista...
Para esos legisladores “oposicionistas” su decisión tuvo un alto precio... nunca mejor dicho: los echaron del PLD. Pero algunos lenguaraces dicen que cuando se fueron, en las alforjas no les cabía ni un mandado, con lo generoso que era el Presidente de entonces con los recursos del Estado.
¿...Y qué tal en el Comité Político?
Nada difícil en un órgano de dirección que actualmente obedece a dos voluntades: la de Leonel y la de Danilo. Sus miembros son 35, quince de los cuales obedecen “ciegamente” al Presidente Medina; Uno menos, catorce, votan con Leonel y los restantes seis son precandidatos... Menos dos que esperan a ver por dónde marcha el viento.
Con Danilo votan en el CC peledeista Eduardo Selman, Yomaira Medina, Felucho Jiménez, Gonzalo Castillo, Carlos Pared, Radhamés Camacho, Miriam Cabral, Reinaldo Pared, Juan de los Santos, Simón Lizardo, Rubén Bichara, Carlos Amarante, Lidio Cadet, Cristina Lizardo y el propio Danilo, para totalizar 15.
Con Leonel votan Margarita Cedeño, Rafael Alburquerque, Abel Martínez, Julio César Valentín, Ramón Ventura Camejo, Bautista Rojas Gómez, Alejandrina Germán, Radhamés Jiménez, Alma Fernández, Euclides Gutiérrez, Franklin Almeyda, César Pina Toribio, José Joaquín Bidó y el propio Leonel para totalizar 14 votos.
Los restantes seis son Temístocles Montás, José Tomás Pérez, Jaime David Fernández Mirabal, Radhamés Segura, Francisco Javier García y Monchy Fadul. Ninguno intentaría atajar una eventual reelección de Danilo si tuviera el apoyo de Leonel...
Y en el Comité Central ni se diga. Por ahí pasaría la reelección sin arruga!!
Eso fue, a su juicio, lo que debió haber hecho Danilo en 2008 cuando él, Leonel, se propuso seguir en el poder por otro período atendiendo sus altos niveles de popularidad de entonces, similares a los que tiene hoy el actual Presidente de la República.
“Lo creí aquella vez, y lo sigo creyendo ahora...”, comentó Leonel a La Tecla en reciente visita a Madrid: “Nada ha cambiado en mi forma de ver las cosas; no hay razón alguna para dejar de creer lo que siempre he creído, que lo ideal para un buen gobierno son dos períodos seguidos”.
-¡O sea, que usted no se opondría a una eventual reelección de Danilo, PresidenteÖ!, le dije a tono de pregunta a Leonel dejándome llevar por la intuición y el sentido común, y el Presidente Fernández me respondió:
“No, no me opondría, si eso es lo que determina la mayoría... lo que decide el partido y lo que quiere la gente... Eso es lo que yo siempre he creído: que un Presidente con altos niveles de aceptación debe agotar dos períodos en el poder”.
-¿Entonces usted estaría dispuesto a propiciar una reforma constitucional para hacer eso posible?
Silencio... un largo silencio, uno de esos espacios donde los segundos parecen horas. Y a continuación Leonel viró inteligentemente la tortilla y modificó la pregunta con su respuesta:
“Jamás nos opondríamos a la decisión del partidoÖ Si eso es lo que quiere la mayoría, eso también es lo que queremos nosotros”.
Proyectando el 2024
Leonel Fernández preferiría que una eventual modificación constitucional para permitir una reelección continuada en el poder entre en vigor a partir del 2024, cuando no afecte ni el actual período ni el subsiguiente, que inicia en el dieciséis.
Así actuó cuando estaba en el poder y le propuso al presidente del PRD, Miguel Vargas, que se pusieran de acuerdo para que en la Constitución de 2010 se consignara la reelección por un período con la posibilidad de volver como candidato después de una legislatura intermedia.
Vargas no aceptó esa fórmula, propuso la prohibición de la reelección pura y simple y Fernández no insistió en su punto de vista, aunque en todo momento le hizo saber a su interlocutor que en cualquier escenario la reelección por un período entraría en vigor a partir del 2016. O sea, que no aplicaría en su caso, para el mandato que discurría en ese momento ni para el siguiente...
Leonel cree-- y lo reiteró en la conversación de esta misma semana con La Tecla--, que un Presidente en ejercicio no debe hacer modificar la Constitución para aprovecharse de ella. Por ello, para evitar confusión y malos entendidos, aceptó sin mayor discusión que en aquel momento en que se proponía al país una nueva Carta Magna se consignara la prohibición de la reelección para un segundo período continuado.
En el evento de que esa reforma pueda hacerse ahora para permitir que Danilo se reelija, Leonel no se opondría por cuestión no sólo de principios sino porque acataría cualquier decisión que sobre el particular pueda tomar el Partido de la Liberación Dominicana, del que es presidente.
Pero también porque no tiene resentimientos políticos ni anda desesperado tratando de volver al poder así sea sobre los escombros de la unidad partidaria y del compañerismo que siempre le ha caracterizado...
Leonel recibió con satisfacción los comentarios favorables que hizo recientemente el Presidente Danilo Medina sobre su actitud de apoyo, solidaridad y ánimo de colaboración al gobierno. Y sobre lo que dijo el pasado domingo un escribidor de La Convergencia en el sentido de que “sólo una reelección de Danilo” detiene su retorno al poder, el ex-presidente dijo:
“... Es satisfactorio que alguna gente haya comenzado a ver las cosas de otro modo, lo que demuestra una vez más que todo llega en el momento adecuado y oportuno...”
¿Qué tendría que pasar ?
Aunque Leonel no se opondría a una eventual repostulación de Danilo, el proceso para modificar la Constitución parece distante por difícil... “Pero no imposible estando en el poder”.
Lo primero sería aprobar una ley de convocatoria de la Asamblea Nacional para revisar la Constitución que debe hacer constar en qué consistiría esa modificación y los artículos que se busca cambiar. Como se trataría de una ley orgánica, requeriría su aprobación con dos terceras partes de la matrícula del Congreso, que no de la asistencia. Esa ley puede ser sometida por el Poder Ejecutivo o por un tercio de cualesquiera de las dos cámaras.
Ya convocada la Asamblea Revisora, la modificación constitucional requeriría la aprobación de las dos terceras partes de los asistentes, pero el quórum se establecería a partir de la presencia de dos tercios de la matrícula de ambas cámaras.
Los legisladores son 222-- “trío de patitos en la pizarra”, diría en su magistral narración el As Félix Acosta Núñez--: 190 diputados y 32 senadores.
De Los diputados hay 98 del Partido de la Liberación Dominicana, 78 del Partido Revolucionario Dominicano, ocho del Partido Reformista, y uno por cabeza tienen la Fuerza Nacional Progresista, de Vincho Castillo; el Partido Popular Cristiano, de Peguero Méndez; el BIS, de Peña Guaba; la Alianza por la Democracia, de Max Puig; Moda, avenido al PRD, y ahora hay una “independiente”, Minou Tavárez.
De los 32 senadores, 31 fueron elegidos en la boleta del PLD y mantienen lealtad a ese partido, y sólo uno, Amable Aristy Castro, no es peledeista pero confeso reeleccionista, por lo cual no sería necesario un mayor esfuerzo para que vote por una eventual reforma constitucional.
De los 78 diputados elegidos en la boleta del Partido Revolucionario Dominicano, 48 son seguidores de Miguel Vargas y 30 de Hipólito Mejía. Y precisamente, justo aquí estaría el secreto...
Porque pasar una ley orgánica de convocatoria a la Asamblea Revisora no tendría problema en el Senado, pero sí en la Cámara de Diputados, donde el PLD y sus aliados no llegan a alcanzar las dos terceras partes de la matrícula necesaria.
Para ello, sin embargo, bastaría el mismo ejercicio de prestidigitación que hizo Hipólito Mejía en 2003 cuando inclinó el voto de diez legisladores del PLD a favor de la reforma constitucional que hizo posible su fallido intento reeleccionista...
Para esos legisladores “oposicionistas” su decisión tuvo un alto precio... nunca mejor dicho: los echaron del PLD. Pero algunos lenguaraces dicen que cuando se fueron, en las alforjas no les cabía ni un mandado, con lo generoso que era el Presidente de entonces con los recursos del Estado.
¿...Y qué tal en el Comité Político?
Nada difícil en un órgano de dirección que actualmente obedece a dos voluntades: la de Leonel y la de Danilo. Sus miembros son 35, quince de los cuales obedecen “ciegamente” al Presidente Medina; Uno menos, catorce, votan con Leonel y los restantes seis son precandidatos... Menos dos que esperan a ver por dónde marcha el viento.
Con Danilo votan en el CC peledeista Eduardo Selman, Yomaira Medina, Felucho Jiménez, Gonzalo Castillo, Carlos Pared, Radhamés Camacho, Miriam Cabral, Reinaldo Pared, Juan de los Santos, Simón Lizardo, Rubén Bichara, Carlos Amarante, Lidio Cadet, Cristina Lizardo y el propio Danilo, para totalizar 15.
Con Leonel votan Margarita Cedeño, Rafael Alburquerque, Abel Martínez, Julio César Valentín, Ramón Ventura Camejo, Bautista Rojas Gómez, Alejandrina Germán, Radhamés Jiménez, Alma Fernández, Euclides Gutiérrez, Franklin Almeyda, César Pina Toribio, José Joaquín Bidó y el propio Leonel para totalizar 14 votos.
Los restantes seis son Temístocles Montás, José Tomás Pérez, Jaime David Fernández Mirabal, Radhamés Segura, Francisco Javier García y Monchy Fadul. Ninguno intentaría atajar una eventual reelección de Danilo si tuviera el apoyo de Leonel...
Y en el Comité Central ni se diga. Por ahí pasaría la reelección sin arruga!!
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